Concierto de Almas Inmortales en El Calabozo – 2019
La noche del 4 de enero estaba marcada con rojo. Sería la reunión de una banda clave en la escena metalera limeña. Se presentaban los legendarios «Almas Inmortales». Los más añejos en el género conocen muy bien los recorridos de esta longeva banda.
En las puertas del conocido «El Calabozo» esperaban dos oscuras presencias. Una semana luego de haber presentado un libro que resulta ser una edición impresa sin precedentes sobre la historia del metal en le Perú, Giuseppe Risica Carella y
Jose Ignacio Lopez Ramírez-Gastón aguardaban en las puertas como dos celosos centinelas de la oscuridad desconocida.
Antes de seguir, me permito mencionar que la ubicación del escenario puedo ser mejor, para disfrutar mejor el sonido y la disposición visual de las bandas. Hecha la denuncia pasemos a lo vivido esa noche.
Sepulcro, daría inicio a este ritual lleno de buen metal añejo. Una banda formada por finales de los 80s. Por una u otra razones dejarían de tocar largo tiempo pero luego volverían lanzando un copilatorio de temas publicados anteriormente a manera de 2 demos. Desatarían un thrash feroz y contundente. De hecho, armarían el primer pogo de la noche. Su formación actual, Miguel Angel Huaman, Miguel Hernandez, Renato Lozano (Metal Crucifier), César Morán (ex Necropsya). Un extracto final de su presentación, SEPULCRO.
El trabajo de bandas que hicieron históricamente el rock y blues en nuestro país sería completada por la furia y densidad que la siguiente banda en el escenario produjo. El cuarteto hoy conformado por Fernando de La Flor en la voz, Javier Mosquera en la guitarra, Germán Vegas en la materia y Orlando Del Carpio en el Bajo, dejarían en el escenario la historia del genero más pesado del rock al rojo vivo. Si Inglaterra tiene a Black Sabbath nosotros tenemos el lujo de mostrar los nombres «OXIDO» y «MAZO». Si no haz escuchado esta histórica banda ve a conseguirte el único album que grabaron hace poco pero que compusieron hace mas de 30 años. Una joya en la historia del Metal peruano. Demostraron que suenan tan sólidos como su primeras tocadas. Un deleite para las nuevas generaciones.
Tercera banda a la tarima. Humo fúnebre, sentimientos terrenales, distorsiones desgarradoras… Reino Ermitaño aparecía entre magia oscura y melodías angustiantes. Una banda que goza de muchos años en la escena peruana, no ha parado y se mantiene produciendo música y girando no solo en el Perú. Como ya muchos conocerán, los maestros del Witch Doom vienen girando por Europa y Sudamerica por varios años. Han sido reconocidos no solo en nuestro medio, también en el extranjero con muy buenas críticas. Cinco álbumes unas cuantas reediciones en cassette y dos vinilos. Un cuarteto que asombra desde su puesta en escena. La contundente presencia en el escenario de Marcos Coifman, firme y demoledor sonido del bajo que choca en todo el cuerpo. Eloy Arturo embruja con riffs pesados y envolventes. El agresivo y certero golpe en los tambores y platillos que hacen mover todo el cuerpo dictados por el también baterista de Mazo, Julio Almeida. Embelesados y guiados a través de sentimientos, historias y melodías por la voz de Tania Duarte. Un repertorio con sorpresas que nos enganchó desde el inicio.
Llegaría el momento que todos esperaban. Rockeros de los 80s, metalheads noventeros y nuevas generaciones que quizá nunca habían visto a los históricos Almas Inmortales. Pieza fundamental en la historia del Heavy peruano. Formaron la escena allá por los 80s junto a bandas como Orgus y Masacre. Algún tiempo volverían con el ex vocalista de la segunda banda antes mencionada, Miguel Angel Cervantes. Dejaron un registro que si aun no lo tienes puedes correr a buscarlo esperando que aun lo encuentres en el mercado. Y así la noche transcurría, entre leyendas. Javier Mosquera subiría al escenario por segunda vez acompañado de Eduardo Damaris, Martin Bazan y Romulo Hernandez. Cuatro Almas Inmortales del Metal peruano. Al verlos simplemente parecía que el tiempo nos había transportado a los 80s, los movimientos, sonido, actitud. Una banda clásica sacada de una máquina del tiempo y puesta sobre el escenario a descargar un rock y heavy metal desde las entrañas. Encendiendo al público todo el tiempo. Un viaje musical con fuerza sangre y cojones. Un rock que nunca muere y evidencia el sentimiento de toda una generación negada social y políticamente. Análisis a parte, una fiesta de hermandad que solo se ve cuando hay este tipo de conciertos con bandas tan queridas y añoradas de la escena.
Cerraría este concierto una banda parida en los 2000 acelerando el final con un speed thrash metal muy solido. Cuentan con un demo de 4 temas uno más aniquilador que el anterior. Esperamos tener noticias del primer album. En resumidas cuentas una máquina thrash que apuesta por las líricas en español, atención a nuevas presentaciones. Ellos son Eduardo Ramos y José Grados en las guitarras afiladas, Jorge Ramos en el bajo, Christian Hall en la voz y Guillermo Anticona destruyendo la batería. A Continuación el registro de la canción que da nombre a la banda, OPRESOR.
Gracias por tanto rock y tanto empuje a través de todos estos años. Músicos que hacen del rock nuestra historia. En cuanto a la producción algunas cosas, antes mencionadas, que mejorar pero sin desmerecer lo vivido esa noche. Gracias!
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