Tal como leíste en el título, gracias a la ciencia, se pudo escuchar algo jamás pensado. En un artículo reciente, se presenta una nueva técnica que utiliza tambores ultrafinos hechos de bicapas de grafeno, con los cuales se puede medir el nanomovimiento de bacterias individuales cuando crecen en medio acuoso.
¿Qué tiene que ver esto con el sonido? El grafeno, es un nanomaterial de carbono que consta de una sola hoja de átomos. Esto permite que sea extremadamente sensible a las fuerzas externas, a tal punto de generar propiedades eléctricas y mecánicas. Es aquí donde una sola bacteria (E. Coli) se adhiere a la superficie del tambor de grafeno genera oscilaciones aleatorias con amplitudes muy bajas. Escucha aquí el audio.
Gracias a la alta sensibilidad de los tambores, la detección se puede realizar utilizando una sola celda, la cual genera este sonido amplificado gracias a la técnica mencionada, además de ser medido en nanonewton.
Si bien es cierto que el descubrimiento permite un avance sobre el tema de las bacterias y beneficios, resulta increíble conocer cuál y cómo suena un microrganismo como el mencionado.
Fuente: Spylogs – Estados Unidos.